Redimiendo el Tiempo

Viernes abril 17, 2020 – Carlos Lopez

Efesios 5:15-16

15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”

Después de expresar las glorias del evangelio (Ef. Cp. 1-3), ahora el apóstol Pablo, a partir del capítulo 4, nos dice como es que debemos vivir a la luz de estas verdades. Y en nuestro pasaje (5:15-16) Pablo nos hace un llamado a examinar nuestra vida cristiana. Nos exhorta en la manera que debemos andar y vivir ahora que somos nuevas creaturas en Cristo Jesús. En estos versículos nos dice que debemos de hacer esto, examinarnos, pues tenemos que estar conscientes que estamos en medio de una guerra espiritual, porque los días son malos. Son días donde hay mucho que hacer para el reino de Dios, y muchas son también las distracciones que encontramos en este mundo caído. Así que Pablo en estos versículos nos exhorta a aprovechar el poco tiempo que tenemos debajo del sol.

LA BREVEDAD DEL TIEMPO

La Biblia nos habla mucho del tiempo, en el libro de Eclesiastés dice que “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora (3:1).” En el libro de Job la vida se describe como una flor que sale y es cortada rápidamente (Job 14:2). En los Salmos vemos que la vida es tan breve como un abrir y cerrar de ojos (Sal 89:47a). Y en la carta de Santiago nos dice: “Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece (4:14b).

ILUSTRACION

Alguien averiguo los cálculos matemáticos de cómo es que se vería nuestra vida en un reloj de 24 horas. Y la siguiente información muestra los resultados asumiendo que la manija del reloj comenzara a las 7am:

Si tienes 15 años para ti son las 10:25 am

Si tienes 25 años para ti son las 12:42 pm

Si tienes 35 años para ti son las 3 pm

Si tienes 45 años para ti son las 5:16 pm

Si tienes 55 años para ti son las 7:34 pm

Si tienes 65 años para ti son las 9:55 pm

Si tienes 70 años para ti son las 11 de la noche…[1]

¿Cuánto tiempo te queda a ti? La Biblia nos dice que Dios tiene un libro con el tiempo que viviremos. El Salmo 139:16b (LBLA) dice:

“…en tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.”

En otro Salmo dice que el hombre vive mas o menos setenta años (Sal. 90:10). Pero eso es solamente, si Dios nos permite vivir a esa edad. Y la verdad es que nadie, seamos viejos o jóvenes nunca sabremos cuándo será nuestro último día de vida. Con esto en mente, debemos de preguntarnos, ¿Si estuviera en mi último día de vida, en mi lecho de muerte, estuviera satisfecho en lo que invertí mi tiempo? ¿Invertí mi tiempo en las cosas de Dios o en las cosas temporales de este mundo? ¿Aproveche o desperdicie mi tiempo?

REDIMIENDO EL TIEMPO

Efesios 5.15–16

15Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, 16aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.”

Por esta razón, el Apóstol Pablo nos hace un llamado a aprovechar el tiempo como sabios y no como necios. Aquí la palabra “aprovechando” en griego se refiere a “redimir”, y que en los tiempos antiguos connotaba el hacer compras en los mercados. [1] Y la palabra para “tiempo”, en griego, connota la idea de una “ventana de oportunidad”, y que solo existe por tiempo limitado.[2]

Así que lo que Pablo nos dice en lenguaje coloquial es: “redime la oportunidad que solo está disponible por tiempo limitado.” Es decir, Dios nos da a cada uno ciertos días para vivir, oportunidades únicas, así como también nos da un tiempo para redimirlas con fecha de expiación. Si no aprovechamos esta ventana de tiempo, jamás volveremos a poder recuperar estas oportunidades.

Con esto en mente, una vez más nos deberíamos de preguntar, ¿Cómo redimo el tiempo? ¿Lo invierto en los asuntos de este mundo o en las cosas de Dios? ¿Aprovecho bien el poco tiempo que Dios me ha dado para avanzar su reino y predicar el evangelio? Oremos como el Salmista lo hizo cuando dijo:

Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría (Sal. 90:12)”


[1] Peter Thomas O’Brien, The Letter to the Ephesians, The Pillar New Testament Commentary (Grand Rapids, MI: W.B. Eerdmans Publishing Co., 1999), 382.

[2] Miguel Núñez, De Pastor a Pastores (Nashville, TN: B&H Publishing Group), 89.


[1] Dr. Constable: Notas de Efesios 5:15-16. https://www.planobiblechapel.org/tcon/notes/html/nt/ephesians/ephesians.htm.