Lo Que Creemos
Los Pastores, Diáconos y Miembros afirman el Credo Apostolico y el Credo Niceno.
Declaración de Fe General
- De Las Escrituras: Creemos que la Biblia es la revelación escrita de Dios para el hombre. Está compuesta por sesenta y seis libros del Antiguo y Nuevo Testamento. Está verbalmente inspirada en cada palabra y es absolutamente infalible en los manuscritos originales. Afirmamos la infalibilidad, suficiencia y autoridad de las Escrituras. Afirmamos su suprema autoridad en todos los asuntos de fe y conducta. (Isaías 40:8; 2 Timoteo 3:15-17; Judas 1:3; Salmo 119:105; 2 Pedro 1:19; Isaías 40:8; Mateo 5:17-18, 7:24; Lucas 11:49-51, 24:27; Juan 10:34-35; Hechos 20:32; Romanos 15:4).
- La Trinidad: Creemos que hay un solo Dios vivo y verdadero, un ser infinito, omnisciente, perfecto en todos sus atributos, uno en esencia, que existe eternamente en tres Personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, cada una de las cuales merece igualmente adoración y obediencia. (Deuteronomio 6:4; Isaías 45:21-22; 2 Corintios 13:14; Efesios 1:17, 2:18; Juan 14:26; Hechos 2:33; Marcos 1:10-11; Mateo 3:16- 17, 28:19; Juan 14:24; 1 Pedro 1:1-2).
- Dios el Padre: Creemos en Dios Padre, espíritu infinito y personal, perfecto en santidad, sabiduría, poder y amor. Creemos que El, conforme a su justicia, posee justa ira contra todos los que hacen el mal. Sin embargo, de acuerdo con su amor inquebrantable, se ocupa misericordiosamente de los asuntos de los hombres. Él escucha y contesta nuestras oraciones, y deliberada y gozosamente salva del pecado y de la muerte a todos los que vienen a El por la fe en Jesucristo (1 Juan 3:1; Mateo 6:8-9, 32; 1 Corintios 8:6; 2 Corintios 1:3-4; Santiago 1:17; Juan 4:23, 5:21,46, 6:44, 14:2; Hechos 1:6-7).
- Jesucristo: Creemos que Jesucristo es el Hijo unigénito de Dios y que, como tal, posee precisamente la misma naturaleza, características divinas y perfección que Dios Padre y Dios Espíritu Santo. Creemos que El no sólo es verdaderamente Dios sino también verdaderamente hombre, concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen. También creemos en su vida sin pecado, su expiación sustitutiva, su resurrección corporal de entre los muertos, su ascensión al cielo, su intercesión sacerdotal a favor de su pueblo y su regreso personal y visible del cielo que la iglesia espera ansiosamente. (Lucas 1:35, Juan 1:1-2, 14, 3:16, 14:6, Romanos 3:24-26, Isaías 53:5, 1 Pedro 1:3-5, 2:24, 2 Corintios 5 :21, Hechos 1:9-11, Romanos 8:34, Hebreos 7:25, 9:24).
- Espíritu Santo: Creemos que el Espíritu Santo es una persona y es completamente Dios. Como agente sobrenatural y soberano en la regeneración, el Espíritu Santo bautiza a todos los creyentes en el Cuerpo de Cristo en el momento de la salvación. El Espíritu Santo también habita, santifica, instruye, empodera para el servicio y sella a todos los creyentes para el día de la redención. (Génesis 1:2; Salmo 139:7; Juan 15:26, 16:7-11, 13-14; Romanos 8:9-16; 2 Corintios 3:6; Efesios 1:13-14, 2:22, Hechos 1:8).
- El Nuevo Nacimiento: Creemos que toda persona es pecadora por naturaleza y por elección y, por lo tanto, está bajo condenación. Creemos que aquellos que se arrepienten de sus pecados y confían en Jesucristo como Salvador han sido regenerados por el Espíritu Santo y capacitados para vivir una vida nueva. Creemos que la salvación del hombre, que es pecador y está perdido, es instantánea y lograda únicamente por el poder del Espíritu Santo a través de la instrumentalidad de la Palabra de Dios cuando el pecador arrepentido, habilitado por el Espíritu Santo, responde con fe. Esta salvación es enteramente de Dios por gracia sobre la base de la obra redentora de Jesucristo, el mérito de su sangre derramada y perfecta obediencia, y no sobre la base del mérito u obras humanas. (Tito 3:3-7; Romanos 6:5-11, 10:9; 2 Corintios 3:18, 5:17; Colosenses 3:9-11; Juan 1:12-13, 3:5-8; Efesios 4:20-24).
- La Iglesia: Creemos que todos los que ponen su fe en Jesucristo son colocados inmediatamente por el Espíritu Santo en un cuerpo espiritual unido, la iglesia, de la cual Cristo es la cabeza. El propósito de la iglesia es glorificar a Dios mediante la edificación de sus miembros en la fe, mediante la instrucción de la palabra, mediante la comunión, mediante la observancia de las ordenanzas y mediante el avance y la comunicación del evangelio a todo el mundo. Creemos en la iglesia local que consta de un grupo de creyentes en Jesucristo, bautizados con una profesión de fe creíble y asociados para la adoración, el discipulado, el ministerio, el compañerismo y la evangelización (1 Corintios 1:2, 3:9, 16, 5:4-7, 10:16-17, 12:14-27; 1 Timoteo 3:15; 1 Pedro 2:9, 5:1-4; Efesios 3:10, 4:4-6, 5:23-32; Mateo 28:18-20; Hechos 20:28; Hebreos 10:24-25).
- El Regreso de Cristo: Creemos en el regreso visible y glorioso de Jesúcristo para juzgar a los vivos y a los muertos. Esto estará acompañado por la resurrección corporal tanto de los salvos como de los no salvos; los salvos a resurrección de vida y los no salvos a resurrección de condenación. (Job 19:25-26; Daniel 12:2; Zacarías 14:4-11; Juan 5:29, 11:24; Hechos 24:14-15; 1 Corintios 15:42-44; 1 Tesalonicenses 1:10, 4:13-18, 5:9; Apocalipsis 3:10, 19:11-16, 20:1-6).
Declaración de Doctrina Específica
Los Pastores, Diáconos, Maestros y Miembros afirman la Confesión Bautista de Londres de 1689
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